Un plato combinado para un día con pocas ganas de meterse en la cocina. El hígado encebollado estaba ya realizado y esperando a ser usado en la nevera. Al pisto le pasaba lo mismo, así que no hubo que hacer más que freír unas patatas y unos huevos.
07 septiembre, 2011
2 comentarios:
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Es un plato que enloquecería a mi marido.
ResponderEliminarRecuerdo que de chica me daban hígado a la plancha, nunca más lo comí.
Saludos Apicius.
Gracias Kako por la visita y comentario.
ResponderEliminarUn hígado encebollado nada tiene que ver con el recuerdo de un hígado a la plancha. Tal vez le gustaría.
Saludos