No se si os gustará, pero a mi el brécol simplemente salteado hasta dejarlo al dente me encanta.
La única precaución que hay que tener es que durante el salteado hay que poner muy poco aceite y aunque la sartén se quede seca, que se quedará, no añadir más. La sartén se seca debido a que el brécol debido a su estructura atrapa el aceite, si añadís aceite porque pensáis que le habéis puesto poco os quedará el brécol salteado demasiado aceitado y eso prefiero hacerlo en el plato con aceite crudo de oliva virgen extra.
El brécol lo salteo con un ajo bien picado y unos piñones. No lo he puesto paso a paso porque es muy simple su ejecución.
Al brécol le sigue las supremas de ave rellenas de queso y jamón en salsa velouté al curry. Forma de hacerlo aquí.
La ensalada tomate, remolacha roja y mezclum verde, todo ello aliñado con vinagre de Jerez, aceite de oliva virgen extra y sal del Valle Salado de Añana.
De postre una mandarina y una pera, el kiwi no lo comí.
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