Como me habían regalado unos huevos recién puestos, me deleite tomándolos fritos y para acompañarlos unas patatas fritas y unos pimientos de gernika así mismo fritos.
Un besugo de crianza oficiado al horno siguió a los huevos fritos. En este enlace como lo hice.
La ensalada fue un popurrí de tomate, colinabo cocido, rábanos, maíz, pepino y
un poco de mezclum verde. El aliño vinagre de manzana, aceite de oliva virgen extra y sal del Valle Salado de Añana.
De postre melocotón y ciruelas claudias.
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2 comentarios:
Me pregunto si alguna vez se superarán como plato, los huevos fritos con patatas, me refiero a nivel de gusto universal, para todos los públicos, yo creo que es una de las delicias presentes en todas nuestras vidas, desde pequeños y que tiene su miga, como ya hemos hablado en otra ocasión, lo del huevo frito.
Un placer leerle.
Hola Viena:
Para mi son un placer, sobre todo cuando son frescos, pero frescos.
Creo que a todos nos gusta mojar en la yema.
Saludos
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