Del menú
de Sábado me había sobrado un poco de arroz
y salpicón así que han sido utilizados al día siguiente en que
nos sentábamos a la mesa Oro, mi contraria, y el que escribe estas
lineas, así que fue un menú de no trabajar ya que solo hicimos el revuelto de
perretxikos.
Por lo tanto
comencé yo con el salpicón, a mi contraria no le gustan ninguna clase
de animales de concha, ella se lo pierde.
Del arroz nada más puedo añadir, si ayer estaba bueno hoy no desmerecía lo más mínimo.
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