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Un menú muy saludable y casi. casi entra en los denominados de Dieta Mediterránea. Comenzamos con una sopa de fideos hecha con el caldo de un cocido sencillo, (Garbanzos, carne de zancarrón, un trozo de chorizo, tomate, puerro, zanahoria y cebolla). Una vez el caldo separado de los solidos y estos pasados por la turmix y luego por el fino se une al caldo y cuece con unos fideos finos. Forma de hacer, en este enlace.
La ropa vieja esta representada por unos garbanzos del cocido anterior, la carne del cocido bien picada, salsa de tomate y unas patatas chips. (El choricito me lo suelo comer durante la preparación entre pan y pan).
Para mi nieta que no comió garbanzos le puse como refuerzo unos escalopes de solomillo de cerdo rebozados. Por supuesto también hubo para los que quisieron.
La ensalada está compuesta de Hojas de cogollo de Tudela, achicoria y tomate, todo ello aliñado con vinagre de Jerez, aceite de oliva virgen extra y sal de Salinas de Añana.
De postre lo que veis en la fotografía
En el menú de hoy repetimos las verduras cocidas, utilizadas anteriormente y que sobraron, aunque esta vez sin hinojo. La forma de hacerlas aquí.
De segundo, un plato de recuperación o de sobras mejormente llamado. A la derecha tengo un poco de perdiz trufada que me sobro de la ensalada rusa, a la izquierda tres discos de morcilla (sobras de los pinchos) y un filete de pechuga de pollo, también que había sobrado, todo ello salseado con la salsa de la perdiz trufada. Como veis con unos resto he montado un plato bastante apetecible, aunque tal vez los ingredientes no estén gastronómicamente muy bien conjuntados.
La ensalada ha sido compuesta con tomate, alcachofas minis, remolacha roja, tallos de alcachofa, mezclum de hojas, dos rábanos y dos aceitunas, todo ello aliñado con Vinagre de Jerez, aceite de oliva virgen extra y sal de Salinas de Añana.
De postre estos albaricoques y cerezas.

Este menú os puede dar alguna idea para el día que queráis hacer una comida para festejar, que nos seguimos despertando cada mañana por ejemplo. Como veréis está compuesto de unos pintxos o tapas para tomarlas informalmente en el lugar que tomemos el aperitivo. Alguno pensará, son demasiados pintxos, pero al final todo se come.
Lo primero que os presento son estas flores de alcachofa confitadas, rellenadas con sabayón especiado y huevas de trucha. La forma de hacerlas aquí.
Otros de los pinchos fueron unos tirabeques pasados por la plancha o por la sartén, lo justo para sofreírlos ligeramente, tienen que quedar crujientes. Entre dos tirabeque se pone una anchoilla. Este pintxo lo ofician en La Tasquita de Enfrente (Madrid) del que es propietario el Chef Sr. López, pueda que lo hagan en más sitios pero es el que conozco . En la parte derecha tenemos unas cebollas confitadas y una vez rellenas pasadas por el horno para gratinar el queso. Forma de hacerlas en este enlace. Estas estuvieron 6 horas y quedaron algo mejor que las de la referencia.
Aquí tenemos un escabeche de chicharro, cada uno se lo iba sirviendo sobre una tostadita o simplemente con el tenedor y a la boca. Por las fotos podéis ver que no estaba en casa, así que me tenia que valer con lo que tenia a la mano, Normalmente en casa las pongo sobre cucharas (chinas), tan empleadas hoy en día para estos pequeños bocados. Forma de hacer el escabeche en este enlace. No empleé chicharrillos como en la referencia, estos eran chicharros de unos 800 gramos, algo mas grandes que estos verdeles.
Las Gildas también tuvieron acto de presencia, su puesta en escena es bien sencilla, no obstante lo podéis leer aquí y donde nacieron en este enlace.
Otro tipo de gildas, pero estas no son las autenticas, así que las llamaré pintxos. Estos pintxos tenían guindilla, mini alcachofa, huevo de codorniz y pepinillo. Aquí tenéis algo más sobre este pintxo.
También se cataron unas patatas asadas, no hice fotografía cuando las saqué del horno para darles el último toque de calor y broncear su superficie, (muchas cosas las llevaba hechas o hilvanadas en casa), Aquí tenéis la forma de hacerlas. En esta ocasión las patatitas eran pequeñas, de bocado o a lo sumo dos.
Otro de los pintxos fueron unos "Cojonudos" compuestos de morcilla frita sobre tosta con huevo de codorniz frito y una alegría, no hice foto en esta ocasión, había ya mucho personal y estaba un poco atosigado y nervioso. Aquí esta como se hicieron en otra ocasión.
Los espárragos de Tudela también estuvieron presentes, uno de los asistentes me dijo "No me gustan los espárragos", me aclaró que los que había probado siempre eran de bote. Le dije: prueba uno, estos no tienen nada que ver con los de bote, ni en textura, ni en sabor. En estos podrás apreciar su pleno sabor ya que simplemente están cocidos y la sal que he puesto es la justa necesaria. El resultado fue sorprendente, ¡Estos si que me gustan!. Aquí vereís como los suelo hacer.
Ya sentados en la mesa catamos esta ensalada rusa, la forma de hacerla en este enlace. No es una ensalada al uso es lo que algunos dicen que es la "verdadera" ensalada rusa.
Después de la ensalada vino un bacalao al club ranero. Forma de hacerlo lo tenéis en esta conexión.
La Merluza solo fue comida por un@s jóvenes que el bacalao solo lo probaron y optaron por lo de todo los días, crasso error.
Como habréis observado todos los platos se podían tener hechos con antelación y algunos solo a falta de calentarlos o darles el último toque. Esto tiene la ventaja que él o los oficiantes pueden estar participando de la reunión en vez de estar metidos la mayor parte del tiempo en los fogones.
Terminado todo lo anterior vino una tabla de quesos de producción propia. El de la Izquierda me ha salido con un defecto, la grieta con la proliferación de hongos, no desmereció nada en cuanto a su sabor, aunque afeó un poco la presencia. No he dicho este queso es de leche cruda de oveja latxa, con 40 días de maduración. El central es un queso experimental que he hecho a partir de Requesón de leche de oveja, la maduración ha sido la misma que la del anterior ya que el requesón provenía del suero que se produjo cuando desueré la cuajada de leche. Sabor agradable y cremoso en boca, no tiene la consistencia del queso, tiende a romperse el corte. El de la derecha es un queso de leche de vaca, me costó dar con la leche que tuviera la suficiente fuerza para poderla cuajar y que luego el grano no se me fuera por el filtro. La curación del queso de vaca fue de 3 meses, crema suave, de buen gusto y muy cremoso. Forma de hacer queso en casa aquí. A los quesos acompañó un membrillo también de los que suelo hacer. Aquí podéis ver como lo hice.
El postre en esta ocasión fue industrial, es decir se compró en una pastelería.