Comenzamos con un arroz cocido con verduras que lo montamos sobre una cama de bonito en aceite con tomate y salsa tártara. Forma de hacerlo en es este enlace.



En este cuaderno trataré de ir poniendo menús diarios unos serán sencillos, para el día a día y otros más sofisticados para días de fiesta. Los menús constaran de entrada, primero, ensalada y postre.
En la guerra de la independencia este monasterio fue escenario de una intensa batalla entre franceses y españoles qué Valentín nos contó mientras compartíamos la comida. Los primeros habían tomado posiciones en la iglesia de San Cristóbal, auténtica fortaleza sitiada en el punto mas elevado del pueblo, hoy día convertida en frontón. Las tropas españolas al mando del comandante general Jefe Gabriel de Atendizabal y el comandante general de la división Iberia Don Francisco Lonja, atacaban desde el huerto de este monasterio, consiguiendo la rendición del enemigo el 10 de junio de 1813.
EL 23 septiembre de 1873 en virtud de una Bula del Papa Pío IX cesó, definitivamente, la jurisdicción ordinaria que sobre este monasterio tenía la Orden de Malta y pasó a depender de la jurisdicción ordinaria del obispo de Vitoria.
En 1983 se hicieron diversas reformas en la casa, como la nueva residencia de las monjas. Hoy existen en España cinco monasterios Sanjuanistas: Sigena, Barcelona, Gandía, Zamora y Salinas de Añana.
En este increíble marco cedido por las moradoras de este convento montamos nuestra cocina Al frente de los fogones, mejor diríamos de las hornillas, estaban los Maestros Cocineros Maite González y Alberto López de Ipiña
Primero hubo que pelar patatas, picar ajos y perejil, hechos que no han quedado registrados ya que estuve entretenido en estos menesteres.
La comida se compuso de unas sabrosas patatas Gorbea, último producto alavés en incorporarse al Arca Internacional del Gusto, acompañadas de almejas.
Las patatas fueron cocidas y ya casi en su punto se les añadió El sofrito de ajo y perejil.
Mientras se abrieron las almejas
y conforme abrían se iban separando de la cocción una a una para que no tomasen correa y ver que no tenían arena, ni nada semejante.
Una vez las patatas en su punto de cocción, se añadieron las almejas y las patatas listas para ser degustadas.
El estofado de Jabalí que también se degusto ya venia hecho de casa. El estofado estuvo hecho al vino tinto, in situ solo se hizo calentar y darle un pequeño hervor.
El Maestro Cocinero López de Ipiña en un momento de su intervención.
De tapa tomamos junto con unos txakolis de Alava unos trozos de queso fresco con anchoa salada en aceite.
Una panorámica de la mesa donde nos sentamos a degustar las goyerias que nos prepararon.
De postre tomamos una tarta de manzana.
La comida estuvo acompañada del un excelente crianza Solagüen de Rioja Alavesa
Al final hubo cafés y copas.